Marcos Moreno

El aire no es el mismo. Ni el olor. Ni el color de su vida cotidiana…También el paraíso tiene luces y sombras, en la contemplación del único atardecer del mundo que puede extasiarte. Allí la naturaleza no se siente caprichosa porque tiene perfectamente medidos los tiempos y sabe decorar el cielo dependiendo del momento, de su gente, de sus silencios, de sus ojos a veces tristes, de unas arrugas que en la piel morena se hacen más profundas y diferentes. Marruecos es un lugar para meditar.....                                                              www.marcosmoreno.com